Relleno
A partir de los 20 años e incluso antes, la piel pierde poco a poco sus propiedades porque el ácido hialurónico y matriz extracelular se van degradando. Por esta razón, la piel pierde su textura, hidratación, volumen y luminosidad.
Además, se une la involución del tejido óseo y adiposo de la piel de la cara por la edad. Por ello, se van a producir descolgamientos de piel, pérdida de volumen, deshidratación, aumento de arrugas y aspecto envejecido.
Si comenzamos pronto a prevenir este proceso, nuestra piel ganará luminosidad, textura y tendrá escasas arrugas.
Para conseguirlo se puede comenzar con inyecciones subdérmicas desde edades tempranas, de ácido hialurónico asociado o no a vitaminas.
Con tratamientos que pueden ser semestrales o anuales (en edades jóvenes), nuestra piel ganará calidad y detendremos su cronoenvejecimiento.
Cuando el envejecimiento se ha establecido en nuestra piel, tenemos la posibilidad de mejorar y parar este proceso con implantes de relleno. Sirven tanto para arrugas como para voluminizar las partes de la cara que han perdido volumen. Así logramos un aspecto rejuvenecido de la piel.
Utilizamos, por supuesto, los rellenos de mayor calidad y seguridad del mercado, biocompatibles, no alergénicos de tipo ácido hialurónico NASHA en todas sus variedades y reticulaciones, así como hidroxiapatita cálcica.