Botox
El tratamiento de arrugas de expresión mediante el uso toxina botulínica tipo A es una técnica muy demandada y eficaz. De hecho, la primera vez que se empleó en Medicina estética fue hace más de 20 años.
La utilidad de la toxina en procedimientos médicos ha sido constatada a lo largo de los años.
Su uso es excelente para tratar las arrugas frontales, el entrecejo o los glabelares, las patas de gallo, y en la modelación de altura de cejas.
Otros usos que puede tener la toxina son las arrugas del párpado inferior, las líneas de bunny, las arrugas perilabiales, el mentón, las líneas de marioneta y las bandas platismales. Estos casos deben ser evaluados individualmente y asociados a otros tratamientos de relleno.
Primero estudiamos las necesidades del paciente y analizamos su tipo de arruga (estática, dinámica o hiperdinámica). En función de sus características se le ofrece el tratamiento idóneo en cuanto a dosis y aplicación. Esto es importante porque se puede realizar una paralización completa del músculo o simplemente una relajación.